El gasto medio de las familias en los suministros de sus viviendas, sobre todo la electricidad y el gas, está disparado desde hace meses. Esto hace que muchas personas estén valorando la idea de invertir en una vivienda que les permita reducir de manera significativa el consumo.

Una de las causas del incremento del precio tanto de la luz como del gas ha sido el cambio en los precios del mercado mayorista al que pertenece España junto al resto de los países de la UE. A través de este mercado se realiza un cálculo de la cantidad de energía eléctrica que se necesita en un determinado país para realizar las distintas actividades operativas que se llevan a cabo cada día en las grandes centrales como las hidroeléctricas, las nucleares, etc. En este sentido y de acuerdo a lo establecido, se requiere el empleo de energías que  resultan mucho más costosas porque las renovables ya no son suficientes (no llegan a cubrir picos de alta demanda y están sujetas a las condiciones climáticas). La consecuencia es una subida preocupante en las facturas de luz y gas.

Una vivienda Passivhaus ofrece unas características arquitectónicas diferentes a las construcciones tradicionales. En su proceso constructivo, sigue los estándares Passivhaus: ofrece un buen sistema de aislamiento, ventilación adecuada y hermeticidad. Son viviendas donde el ahorro de luz y gas puede llegar a ser hasta de un 90% debido a que no necesitan una fuente de energía para que todos estos servicios básicos sean cubiertos. Además los materiales de construcción son mucho más sostenibles y gozarán de una larga vida útil.

La apuesta por viviendas más funcionales que permitan un ahorro energético es imprescindible para garantizar un futuro sostenible.