Cuando se empezaron a a asentar las bases del estándar Passivhaus, uno de los temas más importantes que se quisieron definir fue el nivel de ahorro de una casa pasiva y la inversión necesaria para conseguirlo. En conclusión: conocer el punto de equilibrio. Conseguir la máxima eficiencia de la inversión realizada.

En esta gráfica, creada por el instituto Passivhaus de Alemania, se explica cómo este equilibrio se da en torno los 15 kwh/m2a. Si esta unidad se hace difícil de entender, podemos traducirla a 10w/m2 de carga de calefacción.

 

El sistema Passivhaus no pretende abarcar todas las temperaturas del año para conseguir el “gasto cero” de calefacción, incluso en los días más fríos del invierno. Este punto no sería lógico, ya que tendríamos que utilizar un nivel de aislamiento altísimo para llegar a cubrir esos días de frío extremo, y en cambio el resto del tiempo ese aislamiento estaría desaprovechado.

Otro dato que observamos en esta gráfica, es que el sistema funciona en el momento en que se hace innecesaria la utilización de los sistemas convencionales de calefacción. Esto quiere decir que los costes adicionales de este sistema constructivo, que no son muchos en comparación con una construcción convencional, se amortizan rápidamente con el ahorro cotidiano en calefacción.

A medio y largo plazo, las construcciones Passivhaus ganan por eficiencia energética y costes.

Una de las principales características de una casa pasiva es que mantiene el calor: la temperatura interior de la vivienda no bajará más allá de 1 o 2 grados en condiciones normales de uso. En una construcción convencional, para llegar a una temperatura de confort necesitaríamos aportar más energía ya que tendríamos que remontar más grados de temperatura. Para calentar una vivienda Passivhaus el aporte de energía necesario es muy reducido. 

Un cálculo fácil

Partiendo de la cifra de 10w/m² de carga de calefacción que marca el estándar, podemos hacer un cálculo sencillo: 

Una vivienda de 200m² útiles  >>  10w/m²  *  100/m²  = 2.000w de potencia

La potencia de calefacción necesaria es muy pequeña. Podemos compararla con los 100w/m² que consumen muchos edificios de hoy en día, incluso aquellos que cuentan con una calificación energética alta.

¿Cuál es la conclusión final?

Sí, las casas pasivas necesitan de calefacción, pero no deforma convencional. Su uso será puntual y mínimo.