La construcción sostenible es la creación de edificios e infraestructuras con el objetivo de reducir el impacto en el medio ambiente, tanto durante el proceso de construcción, como en el uso y derribo de los edificios.

En primer lugar, los edificios son responsables de una gran parte del consumo de energía y de las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo. Según la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés), el sector de la construcción consume aproximadamente el 40% de la energía mundial y es responsable del 30% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Por lo tanto, es esencial tomar medidas para reducir el consumo energético y las emisiones de gases de efecto invernadero en la construcción de edificios.

La construcción sostenible es una forma eficaz de reducir el impacto ambiental de los edificios y el consumo energético. Los edificios sostenibles se construyen utilizando técnicas y materiales que reducen el impacto ambiental y la huella de carbono durante todo el ciclo de vida del edificio, desde la producción de los materiales hasta la demolición y el reciclaje de los mismos.

Además, la construcción sostenible promueve la eficiencia energética, lo que significa que los edificios pueden funcionar con menos energía y, por lo tanto, emitir menos gases de efecto invernadero. Esto se logra mediante la implementación de técnicas y estrategias como el diseño de edificios eficientes, la utilización de materiales aislantes y la instalación de sistemas de energía renovable.

Otro aspecto importante de la construcción sostenible es la reducción del consumo de agua. Los edificios sostenibles utilizan tecnologías y estrategias para reducir el consumo de agua en actividades como la limpieza, el riego de jardines y la descarga de inodoros.

En resumen, la construcción sostenible es esencial para reducir el impacto ambiental de los edificios y el consumo energético. Al construir edificios sostenibles, se puede reducir el consumo de energía y de agua, así como las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, los edificios sostenibles pueden ser más saludables y cómodos para las personas que los habitan. En definitiva, la construcción sostenible es una parte fundamental de la lucha contra el cambio climático y la protección del medio ambiente.